miércoles, 30 de mayo de 2012
POSITIVISMO VS HERMENEUTICA
La filosofía actual o contemporánea, ha ido avanzando desde lo racional a lo empírico, desde lo general a lo particular, y esto hace que se aterrice más en los contenidos, y se haga más rico el mensaje de lo cotidiano.
Lo cotidiano, el diario vivir, la existencia, lo científico, lo que hace que hagamos la filosofía más rica en todo, y tenemos un valioso contenido de nuestro vivir argumentado con buenos pensamientos.
En otro tono, o en otros ambientes, estos pensamientos serían tildados de ridículos, o no serían tenidos en cuenta como pensamientos filosóficos, hacer del hombre el centro y culmen del pensamiento, convierte a la filosofía en algo natural pero alejada de las connotaciones futuristas, sin sentido, sin trascendencia, una filosofía real, un hombre real, el principio en la formación de una sociedad, y el componente principal de esta, que es lo que mejor se trata en la filosofía contemporánea.
En todo lo que ha surgido en esta época contemporánea, se ha tenido en cuenta la sociedad como tal, todo gura en torno de los social, donde lo negativo o positivo se dará por el uso de las cosas, resulta entonces temas tales como la siempre poniendo al globalización, el hedonismo, el utilitarismo, pero en mal uso, la defensa de los derechos de las personas a las que se les veía vulnerados sus derechos, e inician las llamadas revoluciones, pero siempre poniendo al hombre como su fuente de inspiración.
Quietarle el poder a unos pocos, y dárselo al pueblo en general, utilizar mejores maquinarias para avanzar en la producción y que hubiese acceso para mayor cantidad de personas y no solo para los acaudalados o feudales, y sin embargo la brecha en re ricos y pobres sigue siendo en el mismo promedio, y los grupos de poder siguen manejándose con los mismo esquemas de manipulación desmedida.
No es nada extraño en una sociedad que rechaza lo impuesto y quiere la liberación de culturas de manera individual y la defensa de la doctrina particular o de grupos minoritarios como las negritudes, los desplazados, las madres cabezas de familia, los indígenas y otros cuantos que solicitan ser tenidos en cuenta dentro del marco de las oportunidades que se presentan a las demás grupos.
El hecho de replantear las forma de la realidad desde el plano científico, es ya una muestra real de los que llega a nosotros, no permitir, “tragar entero”, lo que quiere el positivismo es precisamente ayudarnos a que como personas realicemos un análisis detallado de lo que nos llega, y pensar como personas que quieren que todo pase a lo real.
Desafortunadamente los seres humanos en la actualidad no nos gusta pensar y plantear hipótesis sobre lo que nos llega, y ponemos como verdad cualquier cosa que llega, sin importar cuán de verdad sea el asunto.
Hablar de positivismo en nuestra época es hablar de un cambio de pensamiento de replantear las cosas que antes se veían como verdaderas sin haber pasado por ser positivas.
El pensamiento positivo no es decir que sí a todo, es mirar el porqué de las cosas, sin embargo cuando uno habla de positivismo se confunde con el ser positivo que tanto se menciona en estos momentos en la actual sicología.
Yo no puedo afirmar una idea sin antes haber pasado por el método científico, lo que se pretende es que hablemos de supuestos en unos temas comprometidos, por eso el positivismo trata de llegar por medio de la causalidad, es decir que todo pasa por algo y entonces nos da el porqué de las cosas pero a nivel universal sin entrar en supuestos ni en relativismos.
Entrar a incluir el positivismo como medio de desarrollo y búsqueda del sistema humano y social, es entrar hacer parte de lo real, de lo que nos da la referencia para ubicarnos en un espacio y tiempo que nos pertenece y del cual podemos decir con certeza que vivimos en él, involucrándonos en él.
El positivismo no como doctrina filosófica, no como pensamiento abstracto, sino como un modelo de vida que ha llevado a muchas personas a ubicarse o a desubicarse de la realidad social, porque una cosa es la que nos muestra la ciencia, y otra la que queremos vivir los seres humanos, y pasa mucho con la salud, y con el promedio de vida, donde se nos prohíbe algunos alimentos que en ciencia, son malignos, y nosotros continuamos porque simplemente nos gusta o queremos vivir con nuestra realidad.
Pero para las dos cosas nos ayuda, por eso en un principio mencionamos el uso de las cosas, si se quiere para bien, hay va a estar, pero si lo vamos a usar para mal, también. Y es donde entra una calificación moral o ética de nuestro comportamiento frente a lo que tenemos en nuestro diario vivir.
Por otro lado aparece también la crítica al pensamiento positivista, ya que aparece la hermenéutica, dándonos a conocer que existen otras clases de ciencias, y ya con objeto de estudio, que no encuentra su objeto en un laboratorio, o a través del método científico, es el caso de muchas de las ciencias de la época contemporánea, como la sociología, la antropología, las cuales poseen otras clases de propiedades que no entraría a ser estudiadas por la epistemología.
Si bien la hermenéutica es un buen método, surge mas como una oposición al positivismo, donde no solo plantea el objeto de estudio, sino que también analiza al sujeto que estudia, lo que nos hace llevar a dos planos súper-interesantes, el subjetivismo y el objetivismo unidos, más simple, las cosas a nivel externo, se ven desde mi perspectiva, con estudio, con método científico, pero el análisis lo hago yo, y es de admirar, ya que cada persona piensa y siente de manera diferente.
Se entendería entonces porqué los hermeneutas no buscan la explicación, sino la comprensión del objeto, como se llega a tal cosa de acuerdo a las leyes universales y más generalizado, es el estudio del positivismo, la hermenéutica deja al lado los objetos que no pueden ser generalizados.
El positivismo tiene a su principal defensor y exponente en Augusto Comte y la hermenéutica lo tienen en Droysen quien defiende la postura de un pensamiento mas interno, que se tenga en cuenta el sentir del ser humano y no solamente lo que expresan los objetos de estudio en un laboratorio.
Se podría pensar en que la hermenéutica no conduce a que unamos las dos partes, pero el positivismo sigue quedando fuera, porque no acepta más que lo reflejado en los métodos científicos.
Para los hermeneutas lo más importante es la comprensión, para los positivistas es la comprobación, poner de acuerdo a dos personas que defienden cada una de estas teorías ha de ser complicado, aunque se podría utilizar el método positivista como relativo, hay que considerar también que cada persona cumple con funciones diferentes y quiere manifestar en su vida la posibilidad de ser y hacer lo que dicta su comprensión.
Hay que entender estas dos corrientes no desde un lado opuesto como sería el racionalismo y el empirismo sino uniendo a ambas, porque si es necesario conocer el objeto desde un estudio científico, pero también que ese objeto sea el reflejo de mi pensamiento de mi análisis, de mi interpretación ya que hace o hará parte de mi vida.
EL CUERPO: UNA EXPRESIÓN CULTURAL
Cuando le dan un tema a alguien sobre un proceso tan ligado entre sí, puede parecer fácil al principio, de tomar frases del tema, analizarlas, y hacer un análisis real con ellas, replanteando los conocimientos, y poniendo argumentos personales a la idea planteada, pero cuando se estudia un filósofo tan ambiguo como Nietzsche, que no se sabe si la doctrina es de un idealismo, o un materialismo o un socialismo , se confunden términos pero se deja abierta la discusión de un análisis motivacional con perspectivas personales.
Un filósofo que se aparta de lo tradicional de su época y acoge pensamientos de filósofos antiguos, pero desde una perspectiva actual en su época, y defender una doctrina, atacando a veces la vida misma, y lo que rodea el ambiente con fuerza como la religión, y segregando a los que no piensan para quitar las cadenas que atan los pensamientos, nos puede llevar a un buen estado de conocimiento práctico.
No se puede entrar a divagar sobre pensamientos que para nosotros pueden ser simples pero que en el pensamiento de Nietzsche son una verdadera razón de ser, aunque nos confunda muchas veces con ellos.
Antes de la nueva filosofía lanzada por Nietzsche, el cuerpo para otros filósofos era algo secundario, la filosofía de Nietzsche es una filosofía llamada Antropológica del problema, ya que coloca al hombre como problema, y no ya como tema, entonces siempre él se va a preguntar sobre el hombre, no va sólo a tomar lo que sus antecesores dijeron.
Nietzsche lo que hace con la filosofía del cuerpo es devolver su condición de centro respecto del hombre, es decir, que nosotros los hombres nos centramos en el cuerpo, porque somos materia, lo cual los anteriores filósofos no creían porque veían como mas importante el alma, su paraíso y esas cosas idealistas, que poco tiene que ver con nuestra carne, nuestros placeres, los cuales Nietzsche resalta.
Según Nietzsche, la desvalorización del cuerpo por parte de sus anteriores pensadores trajo aparejado que la filosofía y la antropología se desviaran de su objeto de estudio: el hombre como ser, como ente, como materia, como ente pensante y no sólo espiritual.
Tenemos por otro lado el concepto de cultura, lo cual Nietzsche lo analiza desde la forma de vivencia en relación con la sociedad de su momento.
El concepto de cultura ocupa un lugar central en la filosofía de Nietzsche. Cultura es la configuración o aparición de la voluntad. La teoría de la cultura en Nietzsche es el intento de construir una ciencia natural de las ilusiones del hombre. La ilusión es lo vital y lo que constituye el sujeto, lo que es el hombre es la creación o apariencia y no es algo que preexista a su actividad, al contrario, su esencia es el efecto de su actividad, es decir, la cultura. A lo largo de toda su obra, Nietzsche expresa una oposición a la cultura del conocimiento, pues, en último término, supone una negación de la cultura, al poner como esencia del hombre un mundo de ficción que oculta las fuerzas de la naturaleza capaces de crear una imagen armónica del hombre.
Defiende que es en el cuerpo donde la cultura toma su forma, y no en el espíritu, es así pues como el cuerpo expresa el pensamiento del hombre, un cuerpo sano, un cuerpo que espera su devenir y que está preparado para enfrentarlo.
Si bien es cierto que desde el cuerpo, podemos hacer una verdadera relación con la cultura, no podemos dejarle todo el peso al cuerpo, es de saber que los seres humanos, también poseemos espíritu o fuerza que nos ayuda a realizar las cosas del cuerpo.
Un posición tan cerrada con relación al cuerpo, alejándolo de toda la bondad del espíritu o poner el uno por encima del otro, siempre nos va a llevar a discrepancias de pensamiento, por eso esto se trata de una unidad, donde el uno sin el otro difícilmente trabaja.
Unir las tres posiciones, le dan un toque especial al argumento de Nietzsche, ya que la cultura, recibe su expresión del cuerpo, y el cuerpo recibe su expresión de los pensamientos, de lo que sentimos, de los que vivimos, ya que es el cuerpo la mejor expresión cultural del pensamiento.
Nietzsche se alejó mucho del tema de la razón y de la discusión sobre los pensamientos, para centrar su filosofía en el hombre y su convivencia en el entorno, es por eso que la cultura está muy ligada a su defensa de la sociedad, sin embargo, no es nada que no estemos viviendo en nuestros tiempo, claro que ahora se defiende mucho la cultura y menos la sociedad, cada quien defiende su territorio, y se ha bajado a un regionalismo, donde se piensa en el mejor goce posible, y ojalá sea alimentando mi ego y mi riqueza.
Donde queda la defensa de la sociedad en una cultura sin tradiciones ni costumbres de base, ahora se pregunta por la cultura de un pueblo o sociedad, y son sus fiestas, o sus lugares preciosos, pero no se habla de una cultura humana en un entorno, a no ser en los grupos poblacionales específicos.
El pensamiento del hombre moderno o contemporáneo, ha pasado a un estado de individualismo, donde cada quien tira para su lado, sin importar a veces la vida de los otros seres humano, ¿eso no es cultura?, matar por conseguir dinero o poder, eso es un superhombre, en Nietzsche ese superhombre lleno de valores y destrezas en ese momento haciendo una defensa del hombre privilegiado y prototipo de sociedad, quedó marcado mejor como el hombre del mito de las cavernas que se devuelve a su interior porque no puede ver la luz de tanto ver sombra.
Ya el súper hombre está dado al que más dinero o poder tenga que en últimas es casi lo mismo porque es el dinero quien da el poder, y es el dinero y el poder los dueños de la vida y del proceso y progreso social, un pensamiento puro, donde lo sublime oculte lo profano, ya no es dado en nuestra sociedad porque lo profano opacó lo sublime y todos están enceguecidos siguiendo tal prototipo de pensamiento.
De que está hecha nuestra sociedad, si nuestro pensamiento es manipulado por los medios de comunicación masiva, que imponen la moda en el comer, en el vestir, y hasta en el pensamiento, lastima, eso ha hecho que no haya un pensamiento propio sino el que quiera poner a funcionar a través de los medios, y los ratoncitos detrás del flautista siguiendo su ritmo.
Cuerpo, cultura y pensamiento, unidos, pero en búsqueda de una felicidad recíproca, que respete los ideales propios, sin censura, pero con responsabilidad, de saber que no se puede separar cuerpo y pensamiento y estos unidos, hacer una cultura social, que conduzca a procesos de desarrollo comunitario.
No es separar, poniendo uno por encima de otro, pero si traer a ese superhombre, ese que defiende sus ideales con valores sublimes y sobrenaturales pero aplicados a su entorno. Lastimosamente quien vive en valores es tenido en cuenta en esta sociedad como idiota, bobo o tonto, porque es una sociedad de ampones y oportunistas donde la trampa, la malicia y la sospecha son los acompañantes del poder el tener y el placer.
sábado, 26 de mayo de 2012
Filosofía y Realidad
La filosofía, teórica y práctica, es absolutamente necesaria, como actividad teórica, la filosofía es necesaria porque es un modo de conocimiento que se distingue específicamente de otras formas de conocimiento, como la religión, el mito, la literatura y la ciencia.
Como conocimiento teórico, la filosofía aplica la razón a la realidad más allá de los límites asignados a las ciencias particulares, con el propósito de construir una imagen global que permita al ser humano hacerse cargo de los problemas que esa realidad le plantea. Como actividad práctica, la filosofía es necesaria no porque intente encontrar soluciones a los problemas concretos que acarrea el hecho de vivir, sino porque busca afrontar los problemas de la vida humana, individual y social, y aplica la reflexión para construir una imagen global que los haga comprensibles en su totalidad.
En una dimensión más próxima, la filosofía es necesaria también para comprender nuestra propia realidad como personas en proceso de formación. Si creemos que la filosofía, la matemática, el latín o cualquier otra asignatura nos deberían proporcionar unas mejores condiciones de vida, entonces podemos pensar que todas las asignaturas del currículo escolar son innecesarias. Es otro tipo de conocimiento el que necesitamos.
La necesidad de la filosofía radica en la capacidad que nos da para adquirir una comprensión adecuada del mundo; en la facultad que nos otorga de tomar decisiones rápidas, correctas y libres; en el talento que nos proporciona para adoptar compromisos por la construcción de un mundo más justo, más solidario y más humano; en resumen, en la posibilidad que nos ofrece de crecer como seres humanos. Este es el talante de la filosofía.
Hace más de dos mil quinientos años, en Grecia, dio origen a la civilización, y desde entonces ha posibilitado que nuestra sociedad, a pesar de haber pasado por los momentos más tenebrosos y traumáticos de la historia, no haya dejado de tantear la construcción de un mundo más humano.
Hoy, la filosofía, en su dimensión más práctica, está comprometida en el proyecto de encontrar las señales que habrán de servir para que la civilización acabe instalándose en la humanidad, en todos los seres humanos, en todas las culturas.
Como conocimiento teórico, la filosofía aplica la razón a la realidad más allá de los límites asignados a las ciencias particulares, con el propósito de construir una imagen global que permita al ser humano hacerse cargo de los problemas que esa realidad le plantea. Como actividad práctica, la filosofía es necesaria no porque intente encontrar soluciones a los problemas concretos que acarrea el hecho de vivir, sino porque busca afrontar los problemas de la vida humana, individual y social, y aplica la reflexión para construir una imagen global que los haga comprensibles en su totalidad.
En una dimensión más próxima, la filosofía es necesaria también para comprender nuestra propia realidad como personas en proceso de formación. Si creemos que la filosofía, la matemática, el latín o cualquier otra asignatura nos deberían proporcionar unas mejores condiciones de vida, entonces podemos pensar que todas las asignaturas del currículo escolar son innecesarias. Es otro tipo de conocimiento el que necesitamos.
La necesidad de la filosofía radica en la capacidad que nos da para adquirir una comprensión adecuada del mundo; en la facultad que nos otorga de tomar decisiones rápidas, correctas y libres; en el talento que nos proporciona para adoptar compromisos por la construcción de un mundo más justo, más solidario y más humano; en resumen, en la posibilidad que nos ofrece de crecer como seres humanos. Este es el talante de la filosofía.
Hace más de dos mil quinientos años, en Grecia, dio origen a la civilización, y desde entonces ha posibilitado que nuestra sociedad, a pesar de haber pasado por los momentos más tenebrosos y traumáticos de la historia, no haya dejado de tantear la construcción de un mundo más humano.
Hoy, la filosofía, en su dimensión más práctica, está comprometida en el proyecto de encontrar las señales que habrán de servir para que la civilización acabe instalándose en la humanidad, en todos los seres humanos, en todas las culturas.
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