Todos queremos ser felices y
alcanzar el éxito en nuestras vidas, pero lo buscamos fuera de nosotros,
infructuosamente, algo que siempre se encontró en nuestro interior, el secreto
para vivir una vida plena y feliz. La respuesta a todas muestras preguntas, la
solución a todos nuestros problemas y el poder para hacer nuestras metas más
ambiciosas, se encuentra en lo más profundo de nuestra mente. Todo lo que
debemos hacer es preguntar y escuchar la voz de nuestro subconsciente.
En muchas ocasiones he escuchado
sin saber en realidad de quien es la frase porque las veces que la he
escuchado, se la han atribuido a varios escritores, filósofos y personajes
famosos, el hecho es que me dicen que la felicidad no está en hacer lo que
queremos sino en querer lo que se hace, así las cosas, la felicidad que cada
uno buscamos en muchas ocasiones en los placeres de la vida se nos convierte en
momentos de placer, lo que significa que en muchas ocasiones, pretendemos que
la felicidad está en los momentos de placer que la vida nos quiere mostrar o lo
que nosotros entendemos como placer.
Por otro lado, podemos
entender la felicidad como aquellos momentos que nos llevan a encontrar algo
que buscamos o mejor algo que seguimos, en este sentido tenemos don versiones
de felicidad, por un lado, está la que es momentánea por momentos de placer, y
por otro lado, está la de conseguir lo que queremos por momentos, así las
cosas, la felicidad es de momentos, pero en una es de placeres que nos muestra
la vida, por otro lado, son los placeres que nos dan los momentos en la búsqueda
de un sentido a nuestra vida.
Podría manifestarse en la
búsqueda del éxito, en la búsqueda de Dios, en la realización persona, o en el
encuentro con las metas que nos proponemos, somos felices cuando encontramos la
pareja que queremos, cuando conseguimos el trabajo por el que nos hemos preparado,
o cuando nos encontramos de manera íntima con Dios guardando sus mandamientos.
Finalmente, aunque nos
muestren un decálogo de felicidad, cada uno, encuentra su felicidad buscándola de
manera personal y asistiendo a ella como la quiere, al fin al cabo, la
felicidad es personal y cada uno la mira a su manera, pero no nos podemos
equivocar pretendiendo creer que los placeres que nos dan felicidad momentánea,
pero luego dolor, es una felicidad completa, la felicidad no nos puede llevar al
dolor, a la desesperación ni a la angustia.
Aunque la felicidad no es
perpetua, no nos debe llevar a la desesperación, debe ser algo que buscamos
constantemente y no algo que nos encuentra momentáneamente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario