lunes, 5 de junio de 2017

EL MANIQUEISMO DE LOS POLÍTICOS.


El maniqueísmo como tradición religiosa o como pensamiento filosófico, se caracteriza, por concebir dos principios regentes del universo, entendidos estos como la luz y las tinieblas,  o el bien y el mal, pero, dentro de ese proceso de direccionamiento de lo que es bueno o malo, quienes decidían eran ellos. Es decir, quienes decían que era bueno o que era malo, eran ellos, y claro, solo era bueno lo que les convenía, y malo lo que no. Terrible.

Pero no estamos muy lejos de una vivencia como esa en nuestra cultura política Colombiana sobre todo a la hora de legislar o de decidir.

Los congresistas, cuando algo les conviene, lo presentan o lo votan positivo para convertirlo en ley, pero cuando algo, no les conviene, tratan por todos los medios de tumbarlo o de no dejarlo progresar, así le convenga al pueblo o con ellos se defienda a una gran mayoría de personas en el pueblo.

Eso es una de las cosas que más preocupa en la democracia representativa, porque en muchos casos, quien supuestamente te representa, no lo hace por ti, ni por el país, sino por lo que a él le conviene.

Que desafortunado, que a lo políticos tradicionales, solo le interesa legislar para ellos o para sus amigos, y no para el pueblo en general y si seguimos permitiendo que eso siga sucediendo y nosotros no hagamos nada, (protestas), el país cada se va quedando en manos de unos pocos que poco a poco se van adueñando de todas las instituciones políticas, a las que ponen a trabajar solo para ellos y no para el bien común.


Ya despertemos, o por lo menos abramos los ojos, frente a esos políticos que hacen parecer muy bueno lo que a ellos les conviene, pero que hacen parecer como negativo aquello que no les conviene. Es tiempo que vayamos tomando posturas de lo que nosotros pensamos y no solo postear y seguir lo que para algunos es malo, pero para nosotros es bueno, y lo que algunos lo hacen pasar como malo, pero que en realidad es bueno, tengamos criterios propios y así participar en una discusión constructiva, ligada a nuestros pensamientos y no a los pensamientos impuestos por otros. Puedes empezar analizando si es un bien común a todos o solo para algunos.

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