miércoles, 31 de enero de 2018

SALIENDO DEL ABISMO - 2° PARTE

Continuación...

Tom mantenía una actitud que a simple vista era la de un hombre amable, buen mozo y de un carácter afable; el solo verlo ya producía ganas de acercarse y su simple presencia hace que las mujeres fijen su mirada hacia él. Inclusive algunos hombres al verlo lo envidian.
Tom le dicen sus amigos en confianza, y vaya que si brinda confianza, con su hermosa sonrisa y su  buen saludo de mano siempre y de abrazo y beso a las mujeres.

Vive en la región de Urabá en el Departamento de Antioquia. En una región como esta donde el narcotráfico y los grupos delincuenciales abundan, la prostitución y la drogadicción son el común de los niños y jóvenes, que buscan en ello una salida a su soledad o simplemente en la prueba y en el enganche que hacen los otros amigo y amigas, van llegando al negocio de manera fácil.

Vive solo en su apartamento, no le gusta vivir con nadie, de vez en cuando invita a su lugar de residencia a sus amigos y a la mujer de su conquista del momento, para hacer fiestas con asados, alcohol y droga, en el patio de su apartamento, el cual tiene una gran piscina y un kiosco donde hacen las reuniones. Duerme siempre hasta tarde, se levanta a las 12 del medio día o más, pero a sí mismo se acuesta tarde, siempre ingresa a su casa después de las 12 de la media noche, los días de semana casi siempre lo hace en su motocicleta, y los fines de semana sale en su automóvil.

Su negocio, es la venta de estupefacientes, tiene un grupo de hombres cercanos, que le ayudan en la producción de la cocaína sobre todo, en unos campos cercanos, hacen todo el procesamiento; todos esos muchacho tiene su motocicleta, y no se ven sino algunos fines de semana en el pueblo, y siempre que llegan están tomando y con mujeres, estos jóvenes oscilan entre los 20 y 25 años de edad.

Apenas está iniciando en el negocio del Narcotráfico, por lo que maneja un perfil bajo, dentro de su comunidad, en la que lo conocen como el dueño de la mejor discoteca en la zona rosa de la ciudad y por su forma de ser amable y cariñosa con las mujeres, lo que le da un aire de mujeriego

En un principio, se podía encontrar todos los fines de semana en el segundo piso de su discoteca, pero hace unos dos meses, que va solo esporádicamente, ya no a su oficina sino en la zona VIP de la misma, donde estaba siempre acompañado de hermosas mujeres y de alguno de sus amigos, especialmente Brayan.

Esa noche, después del intento que hicieron para matarlo, no quiso ir a dormir a su apartamento, sino que se quedó amaneciendo en un pequeño cuarto que había al fondo de la bodega, donde la mañana siguiente, muy temprano, llegan dos de sus escoltas, a informarle que ya tenían información de quien sería el responsable de mandarlo asesinar.
Tom, apenas levantándose, recibe un vaso con café, que le entregó uno de los muchachos que se le acercó – quien estaba cerca de él lo conocía, sabían que siempre debía tener una taza de café cuando despertara. Mira al muchacho, después de tomar un poco de café y le pregunta

-¿Quién es?

-Es don Arturo, el señor de la Ferretería – le dice el muchacho.

Tom se va caminando hacia la mesa donde todavía estaba el cadáver del hombre que habían llevado la noche anterior y mirando el cadáver pensaba - “yo si decía que había visto a este hijo de puta antes”.

Empezó a recordar al viejo Arturo, como él le decía, un hombre canoso de unos cincuenta años de edad, que era un conocido comerciante del pueblo, pero que también se dedicaba al negocio del narcotráfico, este se asoció con Tom, para enviar más droga a Centro América. Luego de varios viajes, Tom, se le quedó con un dinero producto de la venta de la droga.

Tom, se va al lugar donde Brayan dormía, lo despierta y llama a los muchachos que estaban con él, le pide a uno de ellos, que necesitan que le hagan un seguimiento al viejo Arturo y que lo mantengan informado sobre todo lo que hace y os lugares que vive, luego le dijo a Brayan que se comunicara con sus amigos de Medellín, para que lo apoyaran con el asunto.

Brayan viaja a Medellín ese mismo día y al día siguiente llegan con él dos sicarios a Urabá quienes reciben de Tom información que ya habían entregado los escoltas de él.

EL viejo Arturo, siguió buscando a Tom, pero este no salió de esa bodega, donde descuartizó y metió en una caneca con ácido al muerto que tenían allí, mientras preparaba, la forma de matar al viejo Arturo que no er muy cuidadoso con su seguridad, ya que andaba con solo dos escoltas e iba todos los días a la ferretería que tenía en el Centro del pueblo.

Esa semana, ponen una bomba en la casa donde vivía la mamá y la hermana de Tom, pero afortunadamente las mujeres ya habían salido fuera del país. Eso enfureció aún más a Tom, que pidió que aceleraran el asesinato de Arturo. Se podía observar el enojo de Tom, en sus ademanes y gritos, a los que lo acompañaban.

-Quiero que lo maten hoy mismo – decía Tom – eso no puede pasar de hoy, o mato yo alguno de ustedes – mientras caminaba con un arma en la mano.

-Tom, Tom, cálmate – le dijo Brayan arrimándose a él y poniéndole la mano en el hombro, Tom, va a un rincón y se sienta.

-Patrón, le aseguro que eso lo hacemos hoy, ya tenemos todo organizado – le dijo uno de los sicarios que había llegado de Medellín.

-Tom,  - le dice Brayan - matamos a Arturo y tenemos que abrirnos del pueblo, usted sabe que la gente de la zona protege al viejo y lo más seguro nos van a perseguir.

-Primero me lo matan que yo resuelvo el resto – le respondió Tom.

Brayan hizo un gesto con la boca de no poder hacer más nada y le hizo una señal a los muchachos para que salieran de allí. Se fueron en dos motos, cilindraje 115, era pasadas la 1:00 pm, el sol era radiante, y la gente salía y entraba de los negocios de la zona comercial, se detuvieron en una esquina y se sentaron en una cafetería, pidieron gaseosas y desde allí observaban la ferretería de Arturo, que estaba cerrada en ese momento, media hora después fueron abiertas las rejas por un hombre y una mujer que ingresaron al lugar, ya los muchachos de Tom, se dispusieron, pendientes a que llegara el viejo Arturo, que siempre pasaba por la cafetería donde ellos se encontraban.

Eran casi las 2:00 pm, cuando ven pasar la camioneta de Arturo, den medio de dos taxi amarillo, en las aceras, trascurría mucha gente, que caminaba de forma rápida para ingresar a sus lugares de trabajo, los muchachos se pusieron de pie, subieron a sus motocicletas, y siguieron a una distancia detrás de los taxi, cuando vieron que se abrió la puerta donde ya habían visto que iba el viejo Arturo, aumentaron un poco la velocidad, el viejo apenas había puesto un pie en el piso, cuando una de las motocicletas, se le paró en frente y le empezó a disparar a él mientras la otra estaba en el otro lado disparando a un escolta que iba delante y al conductor, al que no le dieron tiempo de reaccionar para nada.

En el taxi que iba detrás del viejo, empezaron a dispararles a los muchachos de Tom, uno de los disparos alcanzo a uno de los que disparaban contra Arturo, quienes de inmediato se dieron a la huida, mientras el taxi, trataba de perseguirlos, pero no fue capaz de pasar de la esquina por que el tráfico de vehículos no se lo permitió.

Los hombres en las motocicletas llegaron a la bodega donde se encontraba Tom y Brayan, entraron y cerraron todo de una vez.

-Patrón, lista la vuelta, ya matamos a ese viejo – le dio uno de los muchachos.

Tom no hizo ningún gesto de alegría o entusiasmo por aquella noticia, solo miró a Brayan y le dijo.

Ahora sí, traiga la camioneta que nos vamos para Medellín.

Continuará...  El Ascenso de un narco

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