miércoles, 23 de agosto de 2017

LA MENTIRA MAS GRANDE


Hasta donde podemos llegar con una mentira, cuantas personas han asesinado, cuantas personas han estado en una cárcel y a cuantos de nuestros cercanos hemos engañados, pero lo peor de todo y lo que no sabemos es que las mentiras a quienes más engañan, asesinan, y esclavizan es a nosotros mismos.

Nos encanta sostenernos en algo que aunque sabemos que es mentira, ya no podemos y no sabemos cómo salir de eso, o peor es que nos quedemos ahí aun nosotros sabiendo que es mentira y sosteniendo como una verdad, que fantasías las que se viven en nuestras mentes cuando pasan cosas como esas.

A caso eres de las personas que crea fantasías, que crea mentiras y las haces creer como verdad inclusive a ti mismo.

O tal vez nuestra propia vida es una mentira, es un engaño a nosotros mismos, haciendo cosas que no queremos pero que las hacemos para agradar a los demás o para vivir del qué dirán sin importar cuanto nos cueste eso  a nosotros.



O que tal cuando aun sabiendo que lo que estás viviendo o con quien estás viviendo es una mentira pero prefieres mantenerte ahí porque te da  miedo el cambio, aun sabiendo que esa mentira te está llevando a la perdición de ti o de tu familia o de ambas.

Que tristeza cuando falsificamos nuestra vida por vivir en una mentira ideada por nosotros para los demás.

Has imaginado el daño que has hecho a otras personas a causa de tus mentiras o el daño que te has hecho a ti mismo a causa de ellas, las cuales en el momento nos pueden sacar de apuros, pero luego el sentimiento te carcome y no te deja dormir.


Una hermosa película como esta, nos muestra la cruda realidad de las mentiras que nos forjamos pero con las que luego no podemos vivir tranquilos porque ese pensamiento nos va seguir dando vueltas en la cabeza hasta que lo exorcicemos y queramos el cambio.

SE TÚ MISMO



Hay personas que entran a tu vida, no para llenarla de felicidad, sino para llenarla de inquietudes, de supersticiones, y muchas veces, les das más de la confianza merecida, y les crees todo lo que te dicen. Has visto el caso, de los que siguen doctrinas cristianas, a veces lo hacen a ciegas, creen en todo los que les dicen, sin importar el mal o el bien que haya en sus vidas o en la sociedad, ellos, siguen esa doctrina, o un caso peor, los políticos, que nos hacen hacer cosas, que no queremos, para que ellos sigan en el poder y nos convencen con mentiras que hacen parecer como ciertas.

Una película que vi en el cine, es del año 2014, se llama TRANSILVANIA, El imperio perdido, nos muestra una cruda realidad de esta temática, siguiendo las pautas de un clérigo, quien con engaño y para tapar su culpa, hizo creer al pueblo en demonios, en brujas y en espantos que se aparecen, con el argumento que el pueblo estaba maldito.

No vamos muy lejos de la realidad, cuando aceptamos vivir la vida de otros o por otros y dejamos de ser nosotros mismos, y nos alejamos de nuestro propio ser y nuestra propia esencia y queremos vivir tal como nos dicen los demás sin ir más allá sin averiguar lo mínimo, tal como lo hizo el científico forastero.



Hay que destapar nuestras máscaras, salir de ese caparazón en el que nos escondemos para no aceptar nuestras realidades y mejorarlas desde nosotros, sin tanta película en nuestras mentes, sino viviendo, solo eso, viviendo nuestras vidas de  tal forma que nos preocupemos más por el ser que por el tener y el hacer

¿CÓMO APRENDER DE TUS ERRORES?



Nuestros errores deberían ser oportunidades para aprender y construir, no para hundirnos en la culpa.

Hay momentos en la vida en los que uno hace cosas de las que no se siente orgulloso. A veces rompemos esas reglas de oro que nos hemos impuesto y, naturalmente, sentimos que nos hemos defraudado a nosotros mismos: “Soy lo peor”, “Qué irresponsable soy”. Pero hay una diferencia entre esas dos “autosentencias” con las que nos azotamos, entre creer que uno es lo peor del mundo y querer enfrentar las consecuencias de nuestras acciones: la primera pretende que nos castiguemos y la segunda responde al deseo de resarcir un daño. 

A veces, cuando el guayabo moral me ataca, la cama y la almohada en mi cuarto parecen un paredón donde cada pensamiento es como un latigazo o una piedra que me niego a evadir. Cada golpe es más cruel y doloroso que el anterior: “Qué tonta fui”, “Estúpida”, “Pero cómo pude ser tan imbécil”. Me exijo no equivocarme y exagero, cada vez con mayor terrorismo, las posibles consecuencias de ese grandísimo error. Me inflijo dolor. Siento asco y rabia. Me odio durante varios de los garrotazos mentales que me doy. 


Repaso los pasos de lo que percibo como una tragedia y los “si hubiera hecho esto de otra forma” resultan bastante efectivos para mi merecida autoflagelación. La obsesión de haber podido hacer las cosas de una mejor manera invade mi tiempo. Cada minuto se vuelve más pesado y lento, con la posibilidad de un pasado que nunca fue y un presente insoportable. El error se torna imperdonable y hasta monstruoso. Se me olvida ser compasiva, me vuelvo implacable conmigo misma y me convierto en mi peor enemiga. Entro en un círculo de pensamientos y emociones que me hacen sentir mal y que no resuelven nada. La culpa, con su soberbia y su autoridad moral, no para de juzgarme y perseguirme. 

Nos enseñaron a lidiar con los errores por medio del castigo. La lógica es que si queremos desincentivar nuestros malos comportamientos, tenemos que hacernos daño cuando la embarramos. Es una fórmula bastante inefectiva, porque no nos da una visión aterrizada sobre las consecuencias de nuestras acciones sino que nos dibuja una versión exagerada y sin solución de nuestros problemas, y eso no nos permite asumirlos con realismo. 



Nos tiramos muy duro y si bien es bueno tener un poco de autocrítica para que no se nos suban los humos a la cabeza, la culpa en exceso es un camino infructuoso si el objetivo es superar los momentos difíciles de forma constructiva. Hay que hacer las paces con nuestra imperfección. Los momentos de crisis son oportunidades de aprendizaje y es mejor invertir el tiempo y la energía en reflexionar sobre los errores, en lugar de concentrarnos en lo horribles que somos. Al final hay que asumir las consecuencias, secarse las lágrimas, pedirle perdón al que haya que pedirle perdón, dejar el orgullo a un lado, tomar las acciones que se puedan para mejorar la situación y encoger los hombros mientras pensamos que, a veces, todos la cagamos. 

Columna en cromos digital del día 14 de julio por Matilda Gonzáles Gil.

martes, 22 de agosto de 2017

EL ÚLTIMO REGALO

La vida en muchas ocasiones, nos pone obstáculos, o nos entrega todo para que vivamos una vida holgada, con lo que hemos recibido de otros. Pero cuando vivimos bajo una familia de riquezas, lujos y mucho dinero, te olvidas de lo importante para tu vida y para tu felicidad, por encima de lo efímero y pasajero que te regalas con los lujos y el dinero.

Es así que cuando la vida te da un golpe en contrario a lo que tienes y a lo que has vivido, y te muestra otras posibilidades de vida que puedes tener y hacer y que te llevaran a algo más importante para ti y para los que te rodean donde se te mostrará el verdadero significado de la vida y la verdadera felicidad se te descubre.

Cuando vives en un mundo de riqueza y poder, muchas veces esos que te rodean no te buscan por lo que eres sino por lo que tienes y representas, no son amigos tuyos, sino de tu puesto, de tus bienes y de lo que te puedan sacar al estar a tu lado; pero en el momento en que ya no representas eso, muchas de esas personas te abandonan y se apartan de tu lado.

Cuantos políticos no han sentido, que los abrazan y les dan palmaditas cuando son el alcalde, el diputado, el congresista; pero cuando salen de ese título o puesto, si acaso lo saludan y en muchas ocasiones si te ven en problemas, se apartan de ayudarte.

Pero si te das cuenta que eso que tienes, te puede ayudar a ser feliz utilizándolo de mejor forma, sé que puedes decidir cambiar y dar un nuevo rumbo a tu vida, donde el verdadero valor de la felicidad frente a lo que te rodea en tu vida, puede ser el mejor camino, para llegar a conseguir lo que por naturaleza queremos todos.

Es así como  la película el último regalo, nos puede dejar un mensaje positivo para nuestras vidas. Cuando Steven nieto, se da cuenta que debe cumplir con unos compromisos para poder seguir con la vida de lujos, al principio le da difícil, y el camino es duro para él, pero poco a poco le va sacando el gusto a lo que hace y a lo que su abuelo quiere de él, sacando lo mejor.

Es así como se da cuenta a través de una serie de regalos, que hay una enseñanza más allá de las riquezas: el primero de ellos es el trabajo, que le enseña que nos debemos formar y tener disciplina; seguido de los amigos, que deben ser verdaderos que están contigo en las buenas y en las malas, son un verdadero regalo cuando son verdaderos; La familia, la cual hay que aprovechar cada momento que tengamos para compartir con ellos de la mejor manera; luego aprender el manejo del dinero como regalo en la vida, utilizándolo para el bien, y cuando se pueda ayudar a otros sin tener apego a él; luego lo envía aprender, que la vida te enseñe, cosas buenas o cosas malas, pero que todo lo que aprendas lo puedas utilizar para el bien tuyo y de los demás y por último el valor de la libertad de los sueños, llegar a tener nuestros propios sueños y conseguirlos, vivir para llevarlos a cabo.


A través de un mensaje póstumo que le deja el abuelo le va conduciendo a una vida con un propósito, que al final para Steven y para nosotros, lo que nos debe enseñar es que La vida en muchas ocasiones, nos pone obstáculos, o nos entrega todo para que vivamos una vida holgada, con lo que hemos recibido de otros. Pero cuando vivimos bajo una familia de riquezas, lujos y mucho dinero, te olvidas de lo importante para tu vida y para tu felicidad, por encima de lo efímero y pasajero que te regalas con los lujos y el dinero.

Es así que cuando la vida te da un golpe en contrario a lo que tienes y a lo que has vivido, y te muestra otras posibilidades de vida que puedes tener y hacer y que te llevaran a algo más importante para ti y para los que te rodean donde se te mostrará el verdadero significado de la vida y la verdadera felicidad se te descubre.

Cuando vives en un mundo de riqueza y poder, muchas veces esos que te rodean no te buscan por lo que eres sino por lo que tienes y representas, no son amigos tuyos, sino de tu puesto, de tus bienes y de lo que te puedan sacar al estar a tu lado; pero en el momento en que ya no representas eso, muchas de esas personas te abandonan y se apartan de tu lado.
Cuantos políticos no han sentido, que los abrazan y les dan palmaditas cuando son el alcalde, el diputado, el congresista; pero cuando salen de ese título o puesto, si acaso lo saludan y en muchas ocasiones si te ven en problemas, se apartan de ayudarte.
Pero si te das cuenta que eso que tienes, te puede ayudar a ser feliz utilizándolo de mejor forma, sé que puedes decidir cambiar y dar un nuevo rumbo a tu vida, donde el verdadero valor de la felicidad frente a lo que te rodea en tu vida, puede ser el mejor camino, para llegar a conseguir lo que por naturaleza queremos todos.

Es así como  la película el último regalo, nos puede dejar un mensaje positivo para nuestras vidas. Cuando Steven nieto, se da cuenta que debe cumplir con unos compromisos para poder seguir con la vida de lujos, al principio le da difícil, y el camino es duro para él, pero poco a poco le va sacando el gusto a lo que hace y a lo que su abuelo quiere de él, sacando lo mejor.

Es así como se da cuenta a través de una serie de regalos, que hay una enseñanza más allá de las riquezas: el primero de ellos es el trabajo, que le enseña que nos debemos formar y tener disciplina; seguido de los amigos, que deben ser verdaderos que están contigo en las buenas y en las malas, son un verdadero regalo cuando son verdaderos; La familia, la cual hay que aprovechar cada momento que tengamos para compartir con ellos de la mejor manera; luego aprender el manejo del dinero como regalo en la vida, utilizándolo para el bien, y cuando se pueda ayudar a otros sin tener apego a él; luego lo envía aprender, que la vida te enseñe, cosas buenas o cosas malas, pero que todo lo que aprendas lo puedas utilizar para el bien tuyo y de los demás y por último el valor de la libertad de los sueños, llegar a tener nuestros propios sueños y conseguirlos, vivir para llevarlos a cabo.

A través de un mensaje póstumo que le deja el abuelo le va conduciendo a una vida con un propósito, que al final para Steven y para nosotros, lo que nos debe enseñar es que la vida siempre nos puede dar y nos puede quitar, pero cuando nos dé o cuando nos quite siempre vamos a tener una mentalidad positiva para salir adelante con lo que tenemos y queremos, manejando nuestros pensamientos de forma positiva en servir a los otros y vivir de la mejor forma posible con lo que tenemos y con los que nos rodean.

LAS COSAS QUE MAS ENERGÍA NOS GASTAN

Encontré esto en la revista MUY INTERESANTE, que considero que nos debe servir para dejar de desgastarnos tanto y preocuparnos mas por cosas que merezcan nuestro tiempo y nuestro esfuerzo.

A veces te sientes cansado sin motivo, con ganas de dormir, pero no porque estés cansado de trabajar o de realizar algún ejercicio, sino porque en lo que haces con tu vida te estás desgastando sin darte cuenta con cosas que a la vista real no son tan importantes y que son más emocionales y que te fatigan más que lo propiamente físico.

·         El peso de las quejas

Muchas personas han convertido en habito el hecho de quejarse por... prácticamente de todo. Cualquier razón o pretexto es suficiente para proferir la queja o el grado de insatisfacción ante algo o alguien. El desenlace de esta cadena de quejas es que acabamos, inconscientemente, centrando una gran parte de nuestra energía en localizar nuestro siguiente motivo de queja, algo que nos reporta pocas satisfacciones, lógicamente.
·                    
             La desorganización

Así es. El desorden continuo obstaculiza tu equilibrio, ya que el caos de tu hogar te obligará, por una parte, a invertir un precioso tiempo buscando aquello que deseas localizar y, por otro, tu cerebro permanecerá en un estado de incertidumbre todo el tiempo. Esta desorganización implicará un cansancio extra cuando llegue el final del día. Otra pizca de energía que se nos va sin darnos cuenta. De ahí que sea recomendable que nuestro hogar esté limpio y ordenado para que todo fluya con facilidad.

·         Preocuparse sin motivo

Adelantarse a los acontecimientos y añadir todo el abanico de posibilidades o consecuencias que nos puede dar una situación solo añade estrés y ansiedad completamente innecesarios. Cuando algo no ha sucedido todavía no tenemos por qué gastar tanta energía en preocuparnos, puesto que es probable que que esos efectos negativos finalmente no ocurran o no salgan como nosotros pensamos. Lo mejor, es centrarse en lo que sucede en el momento y enfrentarse a esas consecuencias cuando lleguen -si es que finalmente llegan.

·         No dejes para mañana...

Lo que puedas hacer hoy. El refrán popular viene como anillo al dedo para asociar otro de los agentes que más energía nos roban cada día. Así, aplazar tareas pendientes y acordarnos de que tenemos esos quehaceres en cola, es casi más extenuante para nuestro organismo que decidirse y ponerse manos a la obra. Menos tensiones. 

·         Tener el valor de decir 'no'

Hay muchas personas que, ya sea por hacer sentir bien a los demás, por pena o por miedo al rechazo, acaban con una torre infinita de tareas que les acarrea un gran cansancio, tanto físico como mental; pero, tu tiempo, es igual de valioso que el de los demás, por lo que deberías asegurarte de tener tiempo para ti, tus aficiones y tu familia. Igual de importante es descansar. A pesar del ritmo de nuestra sociedad actual hay que hacer también del descanso un hábito saludable. 

·         Guardar rencor


Los sentimientos de rencor y odio consumen nuestra energía lenta pero incansablemente. De hecho, si no nos libramos de ellos con los años pueden acabar desencadenando enfermedades, pues no olvidemos lo importante que es la salud mental. Con ello, hay que ser resueltos, pasar página y tomar las decisiones pertinentes. Si nos equivocamos, debemos recordar siempre que nuestros errores forman parte del aprendizaje y cimentan la persona en la que nos convertimos.

Un artículo de Sarah Romero para la Revista Muy Interesante

JAMÁS TE SIENTAS FRACASADO

En la vida siempre vas a tener fracaso, o momentos de derrota, vas a cometer errores, te vas a equivocar, va ver quien te diga que no. Es por eso, que tenemos que entender que la vida viene con fracasos, que tenemos momentos en los que podemos perder, pero eso lo haremos con una actitud de aprendizaje.

No porque hayas fracasado en algo o con alguien eres un fracasado; no permitas decirte a ti mismo que eres un fracasado o fracasada, porque para ti el fracaso en un aprendizaje, es un camino hacia el cambio.

Decía Thomas Alva Edison: “Muchos fracasos de la vida han sido de hombres que no supieron darse cuenta de lo cerca que estaban del éxito cuando se rindieron”.

No creas que porque no has conseguido grandes éxitos en tu vida, esta ha sido un fracaso total, no es posible que tú mismo te des tan duro, porque eso va creando en ti una actitud negativa; en cambio cuando intentas y sigues creyendo en ti, poco a poco se te van dando los éxitos en los que tú has creído y en los que otras personas te han visto como un fracaso.

Que para otros seas un fracasado, no significa que tú lo seas, los demás ven la vida a su manera, y no a tu manera, eres tú el que debes sentirte exitoso con cada paso que vas dando hacia tu felicidad y crecimiento. Entiende que los demás te califican, de acuerdo a lo que la sociedad les ha impuesto y a lo que ellos han pensado frente al éxito, en cambio el éxito depende de lo que tu pienses de ti mismo y como es algo que está en ti, depende solo de ti, lo que consideres fracaso o éxito en tu vida.

Para otros tener éxito es tener una buena empresa o un buen empleo, o tener una mujer bonita o algo que los califique en la sociedad con buena reputación, peor aquellas personas que no son muy conocidas, pero que son felices, que viven tranquilas, que viven su día a día, que han sabido superar muchos obstáculos, que han sacado adelante a sus hijos; pueda que para muchos, no sean exitoso, y que muchos los cataloguen como fracasado, pero he conocido personas que a pesar de lo que dicen los demás sobre ellos como fracasados, ellos se sienten exitosos.

Acepta las caídas, los fallos, como una parte del camino. Siempre mantén el foco en tu meta y cuando caigas, levántate, límpiate, toma para ti un aprendizaje y sigue el camino.
Fracasar es dejar ir la oportunidad, tirar la toalla, que no es lo mismo que caer. Caer es tropezar, y seguir adelante. Y eso lo hacemos todos los días. Cae, pero siempre estírate para conocer dónde está tu borde, tú limite.

Pensar en el fracaso, es vivir con miedo, pensar en la ruina. Pero cuando sabemos que nos tropezaremos, que aprenderemos de ellos, que queremos conocer nuestros límites, nos debilitaremos físicamente en muchas ocasiones, pero nuestra fortaleza aumentará mentalmente. No sé si llegaré a la meta, pero sé que me he conquistado ya a mí mismo.

Vamos hacer un ejercicio y cada vez que te veas como un fracasado, piensa en las grandes cosas que has conseguido y observa solo aquello en lo que fallaste, como algo para tu aprendizaje, como una experiencia para seguir cosechando el éxito.

No eres un fracaso, simplemente fallaste y ha podido ser varias veces, pero eso no significa, que seas un fracasado, no vayas a confundir quien eres con lo que has conseguido en tu vida.

Desde aquí proclamo, que no me consideraré jamás, un fracasado, pase lo que pase. Conocer donde están tus límites, hace que:
  •      Que te hagas responsable de las posibles consecuencias y de tu vida.  Fracasaras, quizá, pero si quieres ser un líder, tienes que innovar. Porque mientras los demás esperan que caiga del cielo o el “gurú” del turno, les dé una clave, tú ya llevas camino recorrido.

  •      Quizá pierdas, pero habrás ganado que pensando que hubiera pasado si lo hubiera intentando, de eso estoy convencido.

  •       Quizá no llegué a la meta, y digan que he fracasado. Que soy un “loco” por haberlo intentado sin haber pensado que quizá me “arruine” en algún sentido. Siempre un fracaso “comedido”, por favor.

  •       Quizá fracases, pero aprenderás mucho más que si consigues el éxito. con la felicidad, no aprendes nada, con el no éxito, mucho más. te dirán que no tienes que repetir, a qué personas escuchar de verdad o quienes te apoyan de verdad. Cuando alcanzas el éxito, te olvidas del camino recorrido.

Recuerda:
  • Tu vida no es un fracaso, simplemente que todavía no has dado el salto hacia tus sueños o felicidad.
  • No eres un fracasado, sino que todavía no has alcanzado tu cima personal. has pospuesto el éxito para otro momento.
  • El fracaso, el sentirse un fracasado es una etiqueta, un sentimiento, que nace de un pensamiento. ¡¡Que siempre nace de ti!!
  • Empieza cambiando tus pensamientos, y empezará a cambiar la percepción que tienes sobre ti.



EL ÉXITO ERES TU

A veces el éxito no depende tanto del dinero o la inteligencia que tengas, sino de la capacidad para afrontar los problemas y salir adelante, de no rendirte, de aprovechar las caídas para levantarte con más fuerzas y con más experiencias para surgir.

Nos han incluido que el éxito es tener riquezas o poder y por eso las personas buscan su éxito en el exterior, en que tanto consigan no para ellos mismos, sino para mostrar a los demás. En este momento debes estar pensando en cuantas veces has hecho tú lo mismo y has considerado que la persona verdaderamente exitosa es la que tiene muchas cosas materiales para mostrar, sin embargo en muchas ocasiones esas personas sienten que no han conseguido lo suficiente y procuran día tras día solo conseguir más  y apostar en una competencia que solo les invita a tener, a conseguir cosas exteriores, pero poco que les traiga el éxito a sus vidas.

Soy exitoso cuando me doy cuenta que mi vida está en función de algo y eso lo hago bien y me hace feliz, o te parece que es exitoso alguien que tiene mucho pero que no es feliz, que lo abruman los problemas por la competencia, porque no se siente tranquilo al ver que otros tienen más que él o ella, cierto que no. En cambio cuando tú vives feliz, con tranquilidad, puedes servir a ti mismo y a los demás, debes considerar eso como un éxito, porque en la medida en que busques tu éxito desde lo que eres, en función de servir a lo otro y a los otros, empezarás a sentir que vas alcanzando tu verdadera esencia vital.

Desde ahora, empieza a sentirte exitoso con lo poco que vas haciendo de tu vida en una marcha de progresión personal y no te sientas desdichado porque otros consideran que eres un fracasado porque no has conseguido nada en la vida, al fin y al cabo, la opinión de otros es la de ellos, pero la más importante es la que tú tienes sobre ti mismo.


Ese tipo de éxito lo vives día a día, en el momento en que sientes realizada cada una de las acciones que te has propuesto, sin sobrepasar tus límites emocionales, de fuerzas o de capacidades con las que has sido dotado, y en cada ocasión que no hayas podido alcanzar ese objetivo, solo dile a tu mente que sigues en el camino del éxito, porque para la persona exitosa no existen fracasos, sino experiencias que conducen al éxito.

LA MEJOR RIQUEZA ERES TU

La riqueza no está en tener muchos bienes, sino en usar efectivamente para tus beneficios aquellos que tienes.

La sociedad nos ha implementado que ser rico es tener muchos bienes y es esa la costumbre que queremos seguir los demás para poder ser rico, sin embrago, esa riqueza de bienes materiales, en muchas ocasiones no es la verdadera y no es la que tu realmente quieres, cuando eres una persona con intereses mucho más altos, que son los que te llevan a sentirte realizado como ser humano.

No les diré que ser rico con cosas materiales sea malo, pero esa no es la riqueza que buscamos o la que debemos buscar porque no es ese nuestro principal objetivo.

Cuando hablamos de riquezas hablamos sobre lo que tú tienes, y solo de ti dependes si quieres una riqueza basada en lo material o prefieres una riqueza que se base en una integridad personal, desde una perspectiva humana que sabe entender que está en constante crecimiento y que se llena de valores que dependen solo de ti. Está claro, que es una riqueza que aunque no es fácil de conseguir, depende de tu fuerza de voluntad, tu dedicación y tu motivación; en cuanto a la riqueza externa o material, puede depender de muchos factores que están fuera de ti y lo que hace es que logra que te apegues más a esas cosas materiales y que te olvidas de ti mismo y del disfrute de lo que te rodea desde adentro, ya que solo puedes obtener un disfrute momentáneo con las cosas externas y eso es fatal porque te crea dependencias y apegos.

Así las cosas frente a la riqueza te puedo decir que no es ni en el cuerpo ni en las riquezas donde hallan los hombres su felicidad, sino en la integridad y en la cordura.

No hay razones para que sigas preocupándote más por conseguir unas riquezas externas, cuando sabes que es más importante aquella riqueza interna que le da mayor valor y sentido a tú vida, desde tu despertar, desde tu ser, y no desde lo que piensen y digan los demás.


Aprovecha efectivamente lo que tienes, y procura encontrar una riqueza interna, que te aleje de apegos sin sentido...

NO DEJES QUE EL PASADO TE PERSIGA

A veces es difícil alejarte de tu pasado, y no es fácil, ya que hace parte de tu vida.

Lo que no te debes permitir es que el pasado te cause dolor, y que esos recuerdos de tus pensamientos pasados te causen infelicidad y sufrimiento.

El Complejo de culpa es algo que hemos instalado nosotros o que hemos permitido que nos impongan desde la sociedad moralista – religiosa, pero que depende solo de nosotros si queremos aferrarnos al pasado o dejarlo atrás simplemente como pasado.

Si tu pasado te sirve para hacer mejor tu futuro dale la bienvenida, pero si es para traer a ti sufrimiento, culpa, desolación y cualquier otra cosa que baje tus emociones aléjalo, con un pensamiento positivo, siendo consciente de que no necesitas ese recuerdo negativo en ti.

Hay quienes se aferran a recordar momentos de su pasado que les hizo daño y se la pasan pensando una y otra vez bajo la posibilidad de poder haberlo hecho de otra forma y se dicen a sí mismo, si no hubiese hecho esto, o si no me hubiese metido con tal persona, o si hubiese rechazado tal cosa, o si no tal otra, pero tú tienes que ser consciente de que lo que pasó, pasó, y ahora, en estos momentos solo tienes la posibilidad de vivir el presente y mejorar tu futuro pero es en el ahora, no en los momentos del pasado que hubiesen podido ser de otra forma, porque no lo vas a poder hacer, no existe la menor alternativa que te devuelvas al pasado y lo puedas cambiar.

Así que es momento en que esos recuerdos que traes de tu pasado, o los conviertes en cosas positivas para tu presente o los dejas atrás y punto, porque no hay forma de que los puedas cambiar y punto, hasta ahí, debes dejarlo.

Si te viene un pensamiento de esos, simplemente te dices a ti mismo, no hay forma de que pueda devolverme atrás y hacerlo de otra forma. Pero tengo la oportunidad de haber aprendido, para no volverlo hacer y si puedo enseñar a otras personas que no lo hagan de la misma forma que yo, será mejor ayuda. Ahora vivo en el ahora, y esta es la vida que estoy viviendo, y seré feliz con lo que tengo y con lo que vivo ahora, eso si, preparando mi futuro de buena forma desde el ahora.


Si permites que el pasado te persiga, estarás viviendo una mentira en tu presente.