Encontré esto en la revista MUY INTERESANTE, que considero que nos debe servir para dejar de desgastarnos tanto y preocuparnos mas por cosas que merezcan nuestro tiempo y nuestro esfuerzo.
A veces te sientes
cansado sin motivo, con ganas de dormir, pero no porque estés cansado de
trabajar o de realizar algún ejercicio, sino porque en lo que haces con tu vida
te estás desgastando sin darte cuenta con cosas que a la vista real no son tan
importantes y que son más emocionales y que te fatigan más que lo propiamente
físico.
·
El
peso de las quejas
Muchas personas han
convertido en habito el
hecho de quejarse por... prácticamente de todo. Cualquier razón o pretexto es
suficiente para proferir la queja o el grado de insatisfacción ante algo o
alguien. El desenlace de esta cadena de quejas es que acabamos,
inconscientemente, centrando una
gran parte de nuestra energía en localizar nuestro siguiente motivo de queja,
algo que nos reporta pocas satisfacciones, lógicamente.
·
La desorganización
Así es. El desorden continuo obstaculiza tu equilibrio,
ya que el caos de tu hogar te obligará, por una parte, a invertir un precioso
tiempo buscando aquello que deseas localizar y, por otro, tu cerebro
permanecerá en un estado de incertidumbre todo el tiempo. Esta desorganización
implicará un cansancio extra
cuando llegue el final del día. Otra pizca de energía que se nos va sin darnos
cuenta. De ahí que sea recomendable que nuestro hogar esté limpio y ordenado
para que todo fluya con facilidad.
·
Preocuparse
sin motivo
Adelantarse a los
acontecimientos y añadir todo el abanico de posibilidades o consecuencias que
nos puede dar una situación solo añade estrés y
ansiedad completamente innecesarios. Cuando algo no ha sucedido todavía no
tenemos por qué gastar tanta energía en preocuparnos, puesto que es probable
que que esos efectos negativos finalmente no ocurran o no salgan como nosotros
pensamos. Lo mejor, es centrarse
en lo que sucede en el momento y enfrentarse a esas consecuencias cuando
lleguen -si es que finalmente llegan.
·
No
dejes para mañana...
Lo que puedas hacer
hoy. El refrán popular viene como anillo al dedo para asociar otro de los agentes que más energía nos roban
cada día. Así, aplazar tareas pendientes y acordarnos de que tenemos
esos quehaceres en cola, es casi más extenuante para nuestro organismo que
decidirse y ponerse manos a la obra. Menos tensiones.
·
Tener
el valor de decir 'no'
Hay muchas
personas que, ya sea por hacer sentir bien a los demás, por pena o por miedo al rechazo,
acaban con una torre infinita de tareas que les acarrea un gran cansancio,
tanto físico como mental; pero, tu
tiempo, es igual de valioso que el de los demás, por lo que
deberías asegurarte de tener tiempo para ti, tus aficiones y tu familia. Igual
de importante es descansar. A pesar del ritmo de nuestra sociedad actual hay
que hacer también del descanso un hábito saludable.
·
Guardar
rencor
Los sentimientos de rencor y odio consumen nuestra energía lenta pero
incansablemente. De hecho, si no nos libramos de ellos con los
años pueden acabar desencadenando enfermedades, pues no olvidemos lo importante
que es la salud mental. Con ello, hay que ser resueltos, pasar página y tomar
las decisiones pertinentes. Si nos equivocamos, debemos recordar siempre que
nuestros errores forman
parte del aprendizaje y cimentan la persona en la que nos convertimos.
Un artículo de Sarah Romero para la Revista Muy Interesante
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