Desde hace un tiempo el coeficiente intelectual ha
comenzado a ser revaluado como el único método para saber si las personas son
inteligentes. La vida demuestra que a veces quienes sacaban las mejores notas
en la universidad no terminan siendo a quienes mejor les va en la vida. Esto
porque el éxito depende de una buena mezcla de disciplina, empatía y manejo de
los momentos importantes. Semana.com escribió un artículo en el año 2016 sobre
este tema, que surgió después de un diálogo con la sicóloga española Ana Vico
quien asegura que solo “se puede vivir plenamente si tienes a las emociones
como tu aliado en este camino que es la vida”. Estas son para ella las características
de quienes logran tener ese equilibrio en su vida.
1. Los cambios no son un problema
Quienes son emocionalmente más inteligentes no temen
al cambio, pues son personas flexibles que se logran adaptar a las innumerables
situaciones que se es presentan en su cotidiano. Aceptan el cambio porque ven
en este una cercanía para llegar al éxito y a la felicidad. Para Vico, estas
personas son más reconocidas en el ambiente laboral pues suelen adaptarse fácil
a los ambientes de trabajo. “Los aspirantes con una alta inteligencia emocional
son mejor valorados que las personas que a la primera de cambio se dejan vencer
por las malas críticas o no toleran el estrés. Si supiéramos entrenar esa
inteligencia emocional (que se puede), mejoraríamos tanto personal como profesionalmente.
Todo son ventajas”.
2. Se conocen casi a la perfección.
El saber sus fortalezas y debilidades es un rasgo
característico de las personas emocionalmente inteligentes, saben resolver
aprietos o dificultades al conocer su entorno y a sí mismos. Esta
característica suele mejorar con los años. Un trabajo, publicado en la revista
Physiological Science, derrumba el mito de que las personas pierden sus
capacidades mentales con la edad. Según el estudio, liderado por Joshua
Hartsworth, hay un proceso de desaceleración de ciertas funciones pero también
hay áreas que con el paso de los años se vuelven más eficaces. En otras
palabras, el foco de la inteligencia cambia y el cerebro se vuelve más lento
pero más sabio a la vez.
3. Su empatía prima en todo su
carácter.
Tienen una gran capacidad para entender las
situaciones de las demás personas, las entiende por lo que están pasando. Esto
ayuda a que sean personas con las que se pueda comunicar más fácil y que
proyectan un mayor nivel de cercanía. “Las personas con alta inteligencia
emocional aprenden de los errores en vez de sentirse víctimas. También piden
perdón cuando es necesario si han hecho algo que ha podido afectar a otras
personas de manera negativa. Piden perdón de corazón y perdonan”.
4. No se ofenden fácil.
Al tener un amplio conocimiento de sí mismos, conocer
sus habilidades, fortalezas y debilidades, muy difícilmente alguien los
lastima. Son personas que están seguras de sí mismas, tienen la mente muy
abierta y hasta incluso pueden burlarse de sí. “No se llevan las amenazas a lo
personal y saben diferenciar entre hechos y opiniones. Diferencian las críticas
constructivas de las críticas que sólo pretenden hundirlos y saben alejarse de
comentarios despectivos que sólo traen destrucción. Saben distinguir entre los
ataques y cómo reaccionan ante esos ataques y deciden hacerlo de la forma menos
dolorosa para ellos mismos”.
5. Saben cuándo y cómo decir que no
El autocontrol es algo que caracteriza a alguien
emocionalmente inteligente. Usualmente las personas no saben cuándo o como decirlo,
produciendo en ellos un nivel de estrés. Las personas emocionalmente
inteligentes no utilizan las frases "no creo que pueda" o "no
estoy seguro" para decir que no, simplemente van al grano. “Estas personas
ponen límites cuando es necesario y defienden sus valores ante todo.
La asertividad es saber decir aquello que sientes y quieres
respetando tus derechos y los de los demás”.
6. Se enfocan en lo positivo
Una persona inteligente emocionalmente centra su
atención en el lado positivo de cada situación que se le presente, aun cuando
hay problemas. Buscan generar unas soluciones desde distintos puntos de vista a
las adversidades que se les presentan, pues son conscientes que solo de ellos
depende el estar bien o tener bajo control el momento.
7. Son curiosas por naturaleza
Están constantemente preguntándose por todo lo que los
rodea, principalmente por el alto grado de empatía que poseen, pues al
preocuparse más por las personas que están cerca, se genera un creciente nivel
de curiosidad.
8. Prefieren alejarse de las
personas "tóxicas"
Tienen muy claro con qué personas deben relacionarse,
las características de las personas que los rodean son principalmente tres,
optimistas, con una energía positiva y gente muy alegre. En estas
personas ven una buena influencia que los ayuda a tener una vida estable y una
visión de mundo más sana; además de favoreces la creatividad de las personas
con alta inteligencia emocional. “Al tener buenas vibraciones y rodearse de
gente positiva, ven el mundo desde una perspectiva más sana y que favorece la
creatividad. Suelen relacionarse con personas que sean buenas influencias y que
les llenen”.
9. Un enfoque de proactividad.
La proactividad se define como la acción o
intervención activa de una situación que lo exija. Alguien con una inteligencia
emocional alta decide qué hacer en cada momento y actúan antes de que la
situación lo exija. Tienen una gran capacidad de reacción por su constante
relación con el entorno, son proactivos, más no reactivos. “Saben gestionar su
tiempo de trabajo y su tiempo de ocio, su tiempo de estudio y su tiempo de
relax. Establecen horarios, planifican tareas y definen objetivos. No les
importa cancelar planes si con ese tiempo pueden hacer algo prioritario para
ellos. Conocen cuáles son sus valores y los riegan continuamente. Emplean su
tiempo y sus días en aquello que les apasiona y lo dan hacia los
demás como un regalo”.
10. Un vocabulario emocional
bastante amplio
Las personas emocionalmente inteligentes tienen un
vocabulario lo suficientemente extenso para definir con precisión su estado
actual, cosa que solo un 36 por ciento de la gente puede realizar sin ningún
mal entendido. Estas personas tienden a dominar de una mejor forma sus
emociones, pues mientras que algunas personas definen su estado anímico con
"me encuentro mal", los emocionalmente inteligentes se determinan con
un sin número de sinónimos, frustrado, oprimido, ansioso, cansado, irritado y
muchos más. “No se callan sus emociones, las escuchan y conocen qué quiere
decir cada emoción en cada contexto. Saben regular la intensidad de sus
emociones y expresarlas en la forma justa, tal y como ellos quieren. Son los
dueños de su expresión emocional, no meros peleles a merced de sus emociones
desbocadas”.
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