Algo que escuchamos muchas,
pero muchas veces, pero a lo cual, por la misma actitud que mantenernos frente
a las cosas, no le prestamos mucha atención, porque nos hemos acostumbrado a lo
fácil, a lo que cueste menos, a lo que nos implique un menor esfuerzo, peor la
historia, nos ha dicho lo contrario frente a la perseverancia como virtud de
los más osados y de los que pretenden conseguir sus metas.
Y es que es ahí donde la perseverancia
es importante, en el cumplimiento de metas, de propósitos, de objetivos, como
los quieras llamas de acuerdo a tus circunstancias, pero uno de los elementos
fundamentales, para llegar a lograrlos es la perseverancia.
Y aunque suene a frase de
cajón para muchos, solo el que persevere hasta el final podrá ver los frutos de
lo que empezó con fatigas, cansancios, decepciones, y demás cosa que se le
parezcan a aquellas que hacen que dejemos las cosas en la mitad.
Así como traes a tu vida,
otras cosas importantes para crecer y salir adelante, una de las virtudes, que
debes incluir en esa lista de vida es la perseverancia, pero esta no entendida
solo como la capacidad de alcanzar las metas a pesar de los obstáculos que se
nos presenten, sino algo que fluye más allá, incluyendo la capacidad, la voluntad y el temple de continuar los esfuerzos, aún sin
contratiempos de por medio, para alcanzar una meta.
Cuando somos perseverantes
nos sobreponemos al cansancio, los contratiempos y la frustración con la
ilusión de acercarnos a un sueño, de hacer realidad una meta en particular.
Todos nuestros esfuerzos son válidos, ya que conocemos el valor de lo que
deseamos.
Las personas perseverantes
siempre terminan lo que han empezado, son decididas y tienen una voluntad
firme.
La perseverancia está muy
relacionada con el esfuerzo, la voluntad, la fortaleza y la paciencia. Con la
práctica y fuerte convicción, ese grupo de valores puede sacarnos delante de
cualquier situación complicada por la que estemos pasando.
Es así como la perseverancia
no sólo sirve para cumplir nuestros sueños, sino también para levantarnos de
las situaciones difíciles y los momentos en los que no nos sentimos bien
anímicamente porque nos plantea ser fuertes, pacientes y no dejar de luchar.
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