Es un proceso no lineal en el que hay que trabajar de acuerdo a las circunstancias, compuestas por el tiempo, el lugar y los modos, para atender la necesidades básicas del educando y del contexto donde educamos.
En ese proceso que es de etapas, y que está en continuo cambio, tenemos que tener en cuenta sus fases, y las podemos distinguir de la siguiente forma:
En primero lugar, tenemos la fase de iniciación en la cual algún individuo o grupo, por algún motivo, inicia o promueve un programa o proyecto de cambio, fase que incluye el diagnóstico; seguido por instancias de planificación que definen el sentido y los pasos que se darán; una fase de implementación por el cual se ponen en práctica dichas estrategias o acciones, tras el cual será necesario un periodo de reflexión o evaluación.
En este sentido, he pensado que cada etapa da una respuesta, en la primera etapa, doy respuesta a que quiero enseñar, en la segunda y tercera, como lo voy a enseñar y la cuarta que quiero que aprendan y por eso nuestro nuevo modelo en la etapa de evaluación es por competencias, porque debo tener claro, hacia donde quiero llevar ese aprendizaje.
Cada fase en este proceso, tiene una importancia fundamental que debe ser tenido en cuenta para la realización de la tarea educativa con unos resultados que se verán en una formación real y con sentido duradero, que buscará la integración del ser humano con la sociedad en un sentido de mejora cada día.
Cada etapa debe ser llevada a cabo con mucho cuidado y dedicación, pensando siempre en el nivel de formación que quiero obtener, es decir, en las primeras etapas yo debo ir trabajando pensando en la última, es decir, pensando en lo que quiero que aprendan mis estudiantes, en las competencias que los quiero formar, en lo que quiero que ellos sean, y así evito divagar por otros lugares sin importancia en el proceso educativo.
En este sentido es claro acordar que la educación es una ciencia muy amplia, y tiene muchos sentidos o materias de enseñanzas, y lo que quiero decir, es que tengo que tener claro cuál es el sentido por donde quiero ir pero siempre teniendo en cuenta la formación de un ser integral para la sociedad.
Así las cosas lo que se está planteando aquí, es una forma genérica de llevar a cabo el proceso educativo, todo proceso educativo debe llevar por lo menos estas fases y una última que sería ya de continuidad y reforzamiento de las ideas o estrategias que han sido útiles en mi proceso.
Vayamos a ver cómo podemos llevar a cabo cada una de estas fases, en su forma general.
Iniciación:
Vamos a resumirla con una frase: “Una idea en la mejora del proceso escolar”. Necesitamos la iniciativa de alguien o del grupo, que nos lleve a plantear la necesidad que se tiene de hacer un cambio en alguno de los aspectos del proceso escolar.
Aquí es muy importante la responsabilidad y el compromiso de los actores, que van a poner en marcha el proceso de cambio y actuar cada uno cumpliendo sus roles con la determinada decisión que se pretende conseguir.
Ahora bien, ya tenemos la idea, y ya tenemos personas responsables y comprometidas con esa idea, lo que sigue entonces es poner a funcionar esa idea ero con convicción, con la creencia férrea de que podemos lograr ese cambio, lo que decíamos anteriormente sobre no ir a trabajar sobre ideas vanas, lo que necesitamos es llevar a cabal cumplimiento lo que pensamos, y con la certeza de que a través de ello, podemos realizar el cambio que queremos.
Como ya dijimos que esta fase incluye el diagnóstico, este se debe hacer bajo las bases de un proceso por el que tomamos la decisión de cambio, es decir, que fue lo que nos motivó, cuáles fueron los factores que tomamos en cuenta, que es lo que vamos a cambiar, sobre qué vamos a trabajar. Aquí se dejan en claro cuáles son las dificultades sobre las que vamos a trabajar, para mejorarlas y más adelante veremos las estrategias sobre cómo podemos desarrollar ese cambio.
Planificación:
En esta fase, vamos hacer una transformación, donde llevamos a cabo, todas esas ideas de la parte de iniciación y diagnóstica, en acciones concretas que tenemos que realizar y es aquí donde disponemos del cuándo, dónde y recursos que debemos utilizar para llevar a cabo esas acciones que estamos plasmando.
Aquí tenemos que dejar muy en claro, que es lo que queremos hacer y como lo vamos hacer, eso significa que esta es la etapa de dejar claro objetivos y estrategias que tendremos que poner en marcha.
Con lo que dejemos plasmado en la planificación, de donde debe surgir el documento que fácilmente puede ser interpretado por cualquier docente que esté trabajando en el proyecto de cambio y bajo los parámetros institucionales de la reforma que queremos hacer, es decir, que sea un proyecto que involucre a toda la institución aunque se haya promovido solo para algunos aspectos, pero que todos sepan que es lo que vamos hacer y se involucren.
Implementación:
Esta es la fase de la práctica, ya hemos hecho el recorrido, con una idea, con lo que queremos hacer y ahora todo eso, lo vamos a llevar a la práctica, ya los docentes deben tener el documento base y ya deben saber que hacer, y como ya dijimos que se necesita responsabilidad y compromiso, sobra decir que en esta atrapa son factores fundamentales que si ya los pusimos de manifiesto en las ideas, ahora los necesitamos más en la práctica.
Quiero tomar algo que menciona el documento sobre lo que piensan Los profesores González González y Escudero (1987) para que esos enunciados se conviertan en hechos concretos, y que se puede dar esta fase de tres formas:
Lineal: la traslación de la teoría a la práctica se realiza de forma fiel y eficaz;
De adaptación mutua: el contexto escolar se adapta a las exigencias de la innovación y viceversa; De reconstrucción personal: se asume que el docente reinterpretará el plan original y lo adaptará a sus necesidades particulares.
Como vemos, esta etapa, depende mucho de la actitud del docente, aquí entra a funcionar su pedagogía, su didáctica, sus dotes de innovados y poner en práctica su eficacia y eficiencia como docente.
Evaluación:
La evaluación en el proceso del proyecto, va en todas sus fases y en el proceso de implementación, se debe hacer un seguimiento constante, esto es muy importante ya que de eso depende que se esté cumpliendo con los objetivos establecidos.
Es a través de esta fase como se valora si se han conseguido los objetivos de mejora, así como otros efectos previstos o no, mediante distintos procedimientos de evaluación.
En esta fase, para su buen desarrollo, es necesario que hayamos implementado una lista de cotejo, o unos indicadores de cumplimiento, o unas pautas para la consecución de la competencia que queremos lograr, porque lo que estamos buscando es una mejoría en el proceso.
Institucionalización:
Esta es la etapa de la continuidad, de volver lo que nos está funcionando algo habitual, algo continuo, porque hemos observado durante el proceso que eso nos ha dado buenos resultados.
Esta podría no ser una etapa, sino la metamorfosis de la Institución, convertida en hábito o establecida ya en una determinación que conducirá a la institución por el camino correcto.
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